La Historia del Escuís: Un Ícono Refrescante de Veracruz Norte
En el panorama histórico de las bebidas carbonatadas en México, pocos nombres resuenan con tanto cariño y nostalgia como el del Escuís. Este refresco, cuyo nombre peculiar proviene de la traducción fonética de la palabra inglesa «Squeeze», ha sido un fiel acompañante de varias generaciones, desde su creación en 1912 por la fábrica de refrescos «La Pureza» de Leo Fleishman en Tampico Tamaulipas.
Orígenes y Evolución
El nacimiento del Escuís se remonta a los primeros años del siglo XX, cuando «La Pureza» se convirtió en una de las primeras fábrica en embotellar refrescos de sabores en México. La elección del nombre «Squeeze» no fue fortuita; esta palabra inglesa significa tanto «sacar el jugo» como «dar un apretón de manos», simbolizando la esencia misma del refresco: un extracto de frutas envasado con el propósito de ser compartido y disfrutado.
En 1926, «La Pureza» obtuvo la primera concesión en el país para embotellar el novedoso y mundialmente famoso refresco Coca Cola, creado por John Pemberton en Atlanta, Georgia, en 1886. Este hito marcó el inicio de una era dorada para la embotelladora, consolidando su posición en el mercado mexicano.
Innovación y Expansión
La década de los 40 trajo consigo un nuevo capítulo en la historia de «La Pureza». En 1943, se fundó la compañía Factor Fleishman, dedicada a la fabricación independiente de esencias y concentrados de frutas para la elaboración de refrescos, entre ellos el Squeeze, que más adelante se conocería como Escuís. La llegada de numerosos americanos a la región, especialmente vinculados a las compañías petroleras, aumentó la demanda de este refresco, que ofrecía un sabor refrescante en medio del calor tropical.
El Sabor Único del Escuís
Uno de los sabores más emblemáticos y difíciles de describir del Escuís es el de Hierro. Este sabor, comparado a menudo con una mezcla entre Dr. Pepper, root beer y un refresco de cola avainillada, ha capturado los paladares de muchos conocedores. Visitantes de diversas regiones suelen llevarse cajas de este nostálgico brebaje, que solo se comercializa en Veracruz Norte, sur de Tamaulipas y noreste de San Luis Potosí.
La Influencia de Coca Cola
Con el paso de los años, Coca Cola integró el Escuís a su lista de refrescos embotellados que vende en la región. Sin embargo, este cambio no estuvo exento de controversia. La variante de sabor naranja del Escuís, conocida por su inigualable calidad, fue descontinuada para no competir con uno de los productos estrella de Coca Cola: la Fanta. Esta decisión dejó a los aficionados del Escuís sin una de sus versiones más queridas, una pérdida sentida aún hoy por muchos.
Un Legado Refrescante
El Escuís no es solo un refresco; es un símbolo de una época y una región. Su historia refleja la evolución de la industria refresquera en México y la capacidad de un producto local para convertirse en un ícono cultural. Aunque algunas de sus variedades han desaparecido, el Escuís sigue siendo un testimonio de la innovación y el espíritu emprendedor de Leo Fleishman y su legado en «La Pureza». Con cada sorbo de Escuís, se revive una parte de la historia y se celebra la rica tradición de los refrescos mexicanos.
La historia del Escuís es un viaje a través del tiempo, un recordatorio de cómo un simple refresco puede convertirse en parte integral de la identidad cultural de una región. La próxima vez que disfrutes de un Escuís, recuerda que estás saboreando más de un siglo de historia y tradición.