Álamo: Las Cenizas de Toda una Vida
Álamo, Ver.- La noche del pasado martes, mientras la oscuridad cubría La Camelia, un feroz incendio devoró la humilde casa de láminas de Don Guadalupe y su esposa Eva, reduciendo a cenizas todo lo que habían acumulado a lo largo de los años. La pareja de abuelitos, ajenos a la catástrofe que se desataba en su hogar, estaban ausentes en ese fatídico momento, un golpe de suerte que les salvó la vida, pero que también los dejó sin nada.
El fuego fue implacable, consumiendo en cuestión de minutos los recuerdos y pertenencias que habían formado la rutina de Don Lupe y Doña Eva. Ahora, parados frente a los restos humeantes de lo que fue su refugio, se encuentran con la dura realidad de que a su edad, y con los recursos limitados que poseen, la recuperación parece una tarea titánica.
La comunidad, conmovida por la tragedia, ha hecho un llamado a la solidaridad. En un pueblo donde la vida es dura y el dinero escaso, se pide a los alamenses que busquen en sus corazones y en sus bolsillos para ayudar a estos abuelitos a reconstruir su vida. Cualquier ayuda, por pequeña que sea, se convierte en un faro de esperanza para ellos.
Para quienes puedan y deseen contribuir, se ha habilitado la cuenta 4169-1614-5313-8561 a nombre de Eva Hernández Hernández. También es posible llevar apoyo directo hasta La Camelia, o coordinar con el profesor Rafael Moncada al teléfono 765 109 8080, quien está dispuesto a recibir y canalizar cualquier ayuda, ya sea en dinero o en especie: ropa, calzado, utensilios, cualquier cosa que pueda aliviar un poco el peso de esta desgracia.
En La Camelia, las cenizas aún están calientes, y la comunidad se une para ayudar a dos de los suyos a encontrar un nuevo comienzo entre las ruinas.