Peligro al consumir ostiones crudos

Tamiahua.- Al considerarse como una alimento capaz de transmitir infecciones que generan reacciones alérgicas e incluso la muerte del consumidor al ser ingerido en condiciones poco salubres, faltos de refrigeración o en su caso contaminados con alguna bacteria, restauranteros de la ciudad aseguran que es en temporada de altas temperaturas cuando se incrementa el riesgo de casos de intoxicación por consumo de ostión.

Es principalmente en ostiones provenientes de aguas del Golfo de México donde virus como el “Vibrio vulnificus” se hace presente, en parte por la calidez de las aguas que en temporada de verano tiende a calentarse más, es imposible que este tipo de infecciones puedan ser captadas por el cocinero o el consumidor solo con ver u oler el producto, transcurriendo un lapso de entre 24 y 48 horas para manifestarse como enfermedad en el cuerpo humano.

Por tal motivo y para evitar situaciones que comprometan a los representantes de los establecimiento de venta de mariscos, estos han decidido no vender ostiones crudos a los comensales, mientras que otros más lo hacen bajo el propio riesgo del consumidor, colocando letreros en sus entradas con leyendas de advertencia.

“A lo largo de los años hemos recibido algunas platicas de lo peligroso que resulta vender ostiones crudos y la facilidad con que estos productos pueden echarse a perder, por tal motivo cuando un cliente llega les recomendamos que consuman los ostiones cocidos ya sea a la pimienta, al ajillo, gratinados, salteados, a la crema, Rockefeller o como ellos quieran, pues sabemos que la cocción de estos mata las bacterias” dijo la señora María Sánchez, cocinera en la zona desde hace más de 20 años.

El año pasado durante las vacaciones de verano en la Jurisdicción Sanitaria con sede en Tuxpan se reportaron varios casos de intoxicación de turistas por ingesta de ostiones crudos, que en su mayoría presentaban síntomas como escalofríos, fiebre, náuseas, diarrea y lesiones en la piel, resolviendo que casi todos los cuadros se habían dado luego de haber consumido ostiones en la zona de playa, donde comúnmente se pueden observar vendedores ambulantes que recorren las playas ofreciendo platillos de ostiones en su concha sin tener los cuidados y refrigeración necesaria.

Siendo evidente la falta de regulación hacia este tipo de vendedores que ponen en riesgo la vida de los comensales y el prestigio del municipio como zona costera que ofrece marisco de calidad.