Con información de Alberto Lee.

Álamo, Ver. – El asfalto de la carretera federal fue testigo de una frenética persecución que culminó con la captura de una camioneta Ford Ranger de color verde frente a la escuela secundaria técnica número 67, en la calle Justo Sierra. Dos patrullas de Fuerza Civil emprendieron la cacería, desatando una lluvia de balas sobre el vehículo en fuga, cuyos neumáticos habían sido desgarrados pero que aún se resistía a detenerse.

Según relatos de los atónitos testigos, el inicio de la cacería se produjo en la localidad de La Tortuga, donde los uniformados descargaron sus armas contra la Ranger, desatando el caos en una zona concurrida conocida como el Crucero de Agua Nacida. Allí, en medio de la vorágine, personas inocentes y, lo que es más alarmante, menores de edad en su camino hacia la escuela, se encontraron en el riesgo mortal de los proyectiles disparados sin discriminación.

Fue en el umbral mismo de la institución educativa, escenario de risas juveniles que pronto se transformaron en gritos de temor, donde finalmente las fuerzas del orden lograron interceptar al vehículo en cuestión. Un despliegue de seguridad sin precedentes se llevó a cabo en el lugar, sumando efectivos del Ejército y de la Guardia Nacional para garantizar la tranquilidad de los presentes.

Las autoridades, conscientes de las implicaciones de este inquietante episodio, han anunciado una exhaustiva investigación para determinar las responsabilidades correspondientes. El enfoque principal recae en los disparos efectuados de manera indiscriminada en zonas altamente concurridas, arriesgando la integridad de la ciudadanía, especialmente la de los menores de edad que transitaban en su camino hacia el conocimiento.

El telón se levanta y la escena está lista para develar los secretos que yacen entre las sombras de este dramático suceso. Mientras tanto, se insta a la comunidad a permanecer alerta y tomar las precauciones necesarias en pos de la seguridad colectiva.