Álamo se llena de fervor en honor a la Virgen de Guadalupe
faltan para las posadas
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Álamo, Veracruz | La devoción guadalupana se vive con intensidad en Álamo, donde cientos de fieles católicos, tanto de la ciudad como de comunidades cercanas, participan activamente en las celebraciones dedicadas a la Virgen de Guadalupe. Desde el inicio de diciembre, las peregrinaciones han reunido a multitudes, destacando la notable presencia de jóvenes que han tomado un papel protagónico en estas festividades.
La Antorcha Guadalupana: símbolo de fe joven
El miércoles 11 de diciembre fue un día especial para los peregrinos que, portando la Antorcha Guadalupana, se congregaron en la parroquia «Nuestra Señora de los Dolores» para escuchar misa y pedir la bendición de la Virgen Morena. Jóvenes corredores encabezaron las procesiones, demostrando que las nuevas generaciones mantienen viva esta tradición que combina devoción y esfuerzo físico.
Los niños, protagonistas del día grande
Hoy, 12 de diciembre, los festejos continúan con un aire de inocencia y esperanza, pues es el turno de los más pequeños. Vestidos como «inditos», los niños serán presentados por sus padrinos ante la Virgen, cumpliendo con la tradicional «manda» que simboliza gratitud y fe. Esta costumbre, que se repite por nueve años consecutivos, es un momento emblemático de la celebración guadalupana.
Un día lleno de actividades religiosas
La parroquia de Álamo ha preparado un programa completo para que todos los fieles puedan participar en este día especial. Las misas se llevarán a cabo a las 8:00 a.m., 10:00 a.m., 5:00 p.m., y la Misa del Pueblo será a las 7:00 p.m. Además, a las 6:00 p.m. se rezará el Rosario Guadalupano. Durante todo el día, desde las 9:00 a.m., cada hora habrá bendiciones y consagraciones de niños, ofreciendo múltiples oportunidades para recibir la gracia de la Virgen.
Un legado que une a la comunidad
La celebración de la Virgen de Guadalupe no solo es una muestra de fervor religioso, sino también una tradición que fortalece los lazos comunitarios y familiares. Álamo se convierte en un punto de encuentro espiritual, donde jóvenes, adultos y niños se unen en una misma fe, reafirmando su compromiso con la Virgen del Tepeyac y las raíces culturales que los identifican.